Apenas concluido este mundial de fútbol, organizado satisfactoriamente (en la medida de sus posibilidades) por Sudáfrica, incluyendo sus ensordecedoras vuvuzelas (ya fueron prohíbidas para los eventos de rugby, primer deporte de ese país), nos queda como siempre el análisis técnico y deportivo del mismo.
Empezaremos por las decepciones de este año, tanto el campeón (Italia) como subcampeón pasado (Francia) vivieron del recuerdo y la gloria de hace 4 años, y no supieron renovarse ni tácticamente ni en la edad promedio de sus equipos, con jugadores viejos y desmotivados. Mismos entrenadores de hace 4 años (Lippi y Domenech) e idéntica testarudez. En Alemania tuvieron la suerte que sus jugadores minimizaron esas falencias con actuaciones dignas de admiración y entrega por su camiseta. Esta vez los jugadores no se lo creyeron, y hasta terminaron por darle la espalda al técnico galo. A demostración que, en el futbol, los camerinos y su clima son la báse del éxito.
Inglaterra y Brasil le siguen: Los súbditos de la reina llegaron cansados al mundial, y los casi 80 partidos en una temporada los reventó antes de iniciar la justa. Rooney que era el mejor delantero del mundo hace 3-4 meses, y mi particular candidato a balón de oro, naufragó como sus colegas. Capello no tiene culpas, por eso le dieron oportunidad hasta la Euro 2012. El caso de Dunga es diferente, Brasil cayó derrotado por su prensa antes que por sus rivales. El motivo: la europeización del juego canariño. Ya nadie se acuerda de que ganaron la copa américa y la confederaciones...
Alemania, Argentina y Holanda, a nuestro parecer, fueron satisfactorias y su actuación aprobada. De los jóvenes alemanes se escuchará todos estos años por venir...mientra que Messi y Sneijder no fueron suficientes para sus equipos. El clásico dicho un palo no hace montaña..
Dejo de último el análisis del campeón España. Este es el mundial de las primeras veces, primera vez organizado en Africa, primer título de España, primera vez que el equipo que pierde el primer juego sale campeón, etc. Ante toda esta novedad, parecería que el triunfo de los ibéricos le aporta frescura al fútbol, pero en realidad es así? Los españoles se han vanagloriado mucho de su famoso "tiqui-taca", de su posesión de balón, de su táctica y técnica innovadora...nada más falso que eso. En realidad la posesión de balón es la más estéril de toda la historia del fútbol: pases horizontales, aburrimiento, cero fútbol frontal y pocos goles. De que te sirve tener el 60% del balón cuando son el único equipo en la historia de los mundiales que lo ganaron con menos de 10 goles anotados (ocho!!!, repito...ocho!!!). La verdad es la siguiente: España sabía que la mejor manera de tener al rival alejado de su puerta era con su toque, para no exponer su vulnerable defensa. El rival ante tanto toque se desesperaba y hasta se desconcentraba (ejemplo vivo de esto es la semifinal españa-alemania, partido tan extraño y adormecido, con los alemanes que no sabía lo que estaba pasando). Para jugar de esa manera se necesita extrema paciencia, y quizás el único mérito de los ibéricos es que lo desplegaron sin desesperarse, pero desesperando al rival. Es como si estuvieramos viendo jugadores de Fútbol sala (el popular futbolito) pero jugando en cancha grande. Nuestra conclusión es la siguiente: España se quitó el calificativo "juegan como nunca y pierden como siempre" o "bella pero derrotada", jugando de la manera más especuladora y poco frontal, para luego vivir de esa renta. O sea, no hicieron sino copiar otras filosofías de fútbol que ellos tanto criticaban, para poder ganar algo en 80 años de historia de este deporte. Donde está el nuevo aporte? Esperemos que con esta moraleja hayan aprendido la lección y dejen de criticar (o mejor dicho, envidiar) a otros modos ganadores de interpretar este deporte, ya que ellos tocaron el fondo de lo mínimo indispensable para ganar un mundial. Solo 3 jugadores anotaron gol de los 23 existentes (Puyol, Villa e Iniesta), con 8 anotados y 2 recibidos (Insisto, que privilegiaron el ataque o la defensa?), y tanta dosis de fortuna a favor (goles en fuera de juego o encajados que eran legales). O quizás no fue solo fortuna, verdad Angel María Villar y Sepp Blatter?
Hasta una próxima entrega, saludos!!!
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