viernes, 9 de abril de 2010

Olimpiadas Invernales Vancouver 2010, análisis e impresiones

Una vez concluidas las Olimpíadas y Paraolimpíadas invernales en la localidad canadiense, quisiera enfocar el análisis de las mismas en dos vertientes diferentes: el aspecto organizativo-logístico, y el aspecto puramente deportivo. Para la primera categoría, la responsabilidad en este caso residió en el Comité organizador del evento (el VANOC); mientras que en la segunda los actores principales fueron (y quien más..) los atletas.
En lo referente a la organización del evento, empecemos por lo positivo: Buena la afluencia de público a las gradas, bueno el recibimiento y la calidez del canadiense para con los turistas extranjeros; las infraestructuras de muy buen nivel (alojamiento, autopistas, aeropuertos, etc); el patriotismo exacerbado de los canadienses (aunque quizás excedieron el límite y cayeron en lo irritante..)
Lamentablemente lo negativo, en nuestra opinión, fue in crescendo a medida que pasaban los días. Justo horas antes que inauguraran los juegos, la trágica muerte del atleta de luge georgiano kumaritashvili empañó para siempre los juegos, y lo que era motivo de orgullo tener la pista más rápida del mundo, se convirtió en la más insegura y temida del mundo. La investigación de las autoridades arrojó una muerte debido a fallas humanas del atleta. Pero porque entonces, antes de las competencias, se bajó la salida de la misma para disminuir la velocidad media de los trineos? Y por qué se reforzó el área donde ocurrió el impacto del pobre georgiano? De paso, la primera decisión perjudicó a los grandes favoritos para ganar el oro en esa prueba, el ruso Demtchenko y el italiano Zoeggeler. Tácitamente se concluye lo contrario, por no darle otro nombre más grave aún (homicidio por parte de la constructora del recinto). Y ojalá hubiera sido solo ese incidente: Fallas de cronometraje (graves!!!) en el biathlón, que incluso influenciaron el resultado final de las pruebas, debido a que eran de persecución individual; peligrosidad del circuito de esquí de fondo, con numerosas caídas de atletas (la más emblemática de la eslovena Madjic, con un brazo roto capaz de ganar el bronce al sprint); los retrasos en las competencias de esquí alpino por adversidades climáticas, con nieve que parecía más bien arena. Si sabían de la alta probabilidad de problemas, porque se escogieron esas pistas? Demasiados inconvenientes para un evento de tal magnitud, y viniendo de una nación de gran avanguardia tecnológica como Canadá. No menos importante, fue la escasez de eventos culturales colaterales al evento, las llamadas “Olimpíadas culturales”, que siempre atraen miles de turistas y dejan un recuerdo indeleble en la mente de éstos. Tomando en cuenta que Vancouver era la segunda ciudad de más de medio millón de habitantes que se convirtió en sede de juegos invernales (luego de Torino 2006), estas actividades culturales cobran doble importancia porque el visitante busca diversidad en una metrópolis. Personalmente, habiendo presenciado in situ las anteriores olimpíadas de Torino 2006, puedo garantizar que la atmósfera que se vivió en la ciudad piamontesa esos quince días, difícilmente será imitable. Conciertos, eventos de calle, museos, cultura en pueblos de montaña vecinos, gastronomía y enología, iluminación de avenidas y calles, toda una serie de eventos para el paladar más fino. No en vano, Rogge (presidente COI) las catalogó “las mejores de la historia”. Las próximas ciudades olímpicas, Londres 2012 y Sochi 2014, se frotan las manos al tener a Vancouver como su referencia más cercana..
Pasando a los resultados en sí, la gran estrella “anunciada” (en lo mediático y en lo deportivo), la esquiadora americana Lindsey Vonn fue estrella “a medias”, habiendo conquistado un oro en descenso y un bronce en super g, cuando todos esperaban un arrase de medallas estilo Michael Phelps. Más estrella lo fue sin duda Bode Miller, el autodidacta de las pistas de esquí, quien por fin a sus 32 años logró el primer oro olímpico de su carrera (más una plata y un bronce). Y pensar que quería retirarse esta temporada…En el salto de esquí, brilló con luz propia el suizo Amman, que repitió la hazaña de Salt Lake 2002 al ganar doble oro en los trampolines individuales. Volvió “Harry Potter” por sus fueros..En el esquí de fondo, la autentica “caníbal” fue la Noruega Bjoergen, que a pesar de acusaciones de doping por parte de sus rivales, colgó en su cuello 3 oros, 1 plata y 1 bronce. Tres oros también se llevó la china Wang Meng en short track (velocidad pista corta); mientras que en varones el americano Apolo Anton Ohno con sus 3 medallas conquistadas, se convirtió en el atleta con más medallas olímpicas invernales (8) de la tierra del tío Sam. Todo un record para deportes de invierno. En el Artístico brilló la coreana Na Kim, con una puntuación al límite de la perfección. Otras figuras que se esperaban tales, como el Holandés Kramer en velocidad pista larga, o el zar ruso del artístico Plushenko, rindieron menos de lo esperado. Quizás fueron víctimas de su propia confianza, que les jugó una mala pasada.
En cuanto al medallero por países, dominó ampliamente el dueño de casa Canadá con 14 oros (siempre el local es ayudado por arbitrajes caseros), seguidos por Alemania (quien ganó los juegos de Torino) con 10 oros, Estados Unidos y Noruega con 9 oros (los americanos terceros por más medallas de plata ganadas). Decepcionaron en estos juegos los Rusos (apenas 3 oros y fuera de los diez primeros). De tal manera, que a 4 años de organizar sus juegos invernales, la situación no es de las mejores y Putin ordenó una “limpieza total” de las autoridades deportivas, catalogadas como incompetentes en esta oportunidad. Las otras decepciones fueron los Italianos, quienes bajaron de los 5 oros de sus magníficos juegos Torino 2006 a 1 oro en Vancouver, además de Japón y Finlandia, otras potencias invernales que fueron incapaces de ganar tan sólo un oro en esta edición.
Quisiera finalizar con la conmoción que causó la patinadora canadiense Rochette, quien a pesar de la muerte de su madre 4 días antes de la competencia, tuvo el coraje de no abandonar la misma y al final la medalla de bronce fue el justo premio a su gesta. En una olimpíada algo opaca, sin duda este fue el momento que tocó todos nuestros corazones.

Hasta una próxima entrega, saludos!!!